sábado, 22 de diciembre de 2012

Fernando Alonso, el samurai que luchó con espadas frente a las armas de fuego de sus rivales

En una apasionante temporada donde las haya, es perfectamente comprensible que la Fórmula Uno haya marcado récords de audiencias este año. Y no es para menos. Solo habría que ver el último Gran Premio de Brasil, en el que Ferrari y Red Bull nos volvieron a poner el corazón a mil. Una carrera en la que Sebastian Vettel se convirtió en el piloto más joven de la historia en conseguir tres títulos consecutivos, y en donde Fernando Alonso terminó a tan solo tres puntos.




Y es que el equipo de Christian Horner supo reinventarse en el último tercio de la temporada para llevar a Vettel hasta la victoria final. Evolucionó más que nadie y encontró nuevas mejoras en el momento clave, a pesar de los quebraderos de cabeza y las paradas repentinas que provocó en varias ocasiones el alternador de sus monoplazas, dejando a estos como  juguetes sin pilas. Pero salieron del paso, posiblemente