Con motivo de los premios Goya, celebrados esta semana en el constatado Teatro Real, el debate entre la relación que mantiene el mundo del cine con Internet ha vuelto a resurgir entre las llamas del que se niega a ver cuál es la verdadera realidad cinematográfica.”
“Internet aún no forma parte de la actividad económica del cine”. Así lo hacía constar Enrique González Macho, en su primer discurso como presidente de la Academia durante la Gala de los XXVI Premios Goya. Desde la perspectiva más humilde, Internet sí que forma parte del sistema económico cinematográfico, y lo lleva haciendo unos cuantos años. En el momento en que las salas de exhibición y las industrias distribuidoras se vieron perjudicadas por la exponencial caída de sus beneficios, Internet ya formaba parte del flujo económico cinematográfico. Un flujo, cuyas monedas caen precipitadamente en saco roto. Y es ahí donde hay que darle solución al problema. La industria del cine debe rematar con hilo el agujero que es real y que nos está haciendo perder tanto metal. Al fin y al cabo es una salida más, como el DVD o las salas. Por eso, Internet, la salida más demandada - ahora, antes y después - por los espectadores, sí que forma parte del sistema.
“Enrique asegura que los recursos económicos del cine no pasan por los internautas. ¿Los recursos