lunes, 16 de enero de 2012

"Están muy equivocados si creen que atraerán público"

Parte del baloncesto femenino FIBA ha mostrado su indignación a la nueva normativa, que impone una equipación más ajustada en sus partidos de la Euroliga para esta temporada. Este es el caso de Amaya Valdemoro, jugadora de la Selección española, quien aseguró para AS que no es tanto el hecho del mono en sí, sino que la FIBA lo imponga: "No me parece mal, porque no es una mono excesivamente pegado. Lo que me parece mal es que se imponga", señaló la del Rivas Ecópolis.

Ante la posibilidad de que con la nueva normativa la Federación pretenda atraer mayor público a las gradas, la alero madrileña sentencia: "Están muy equivocados si con esta medida van a atraer más público".

Valdemoro se fijó en las prendas anchas y señaló que "tampoco son cómodos los pantalones por debajo de la rodilla". "Ni un extremo, ni el otro. Las marcas deportivas que hacen vestuario para hombres, nos dan la equipación a nosotras", añadió.

"Una vez que te acostumbras, al final te resulta cómodo, pero entiendo que hay chicas que se sienten
incómodas y eso puede afectar al juego. Sin embargo, el verdadero quebradero de cabeza no lo tenemos nosotras, sino los clubes por el complicado tema de los patrocinadores. Si la FIBA nos impone esta normativa, a los clubes no les queda otro remedio que acatarla, porque de lo contrario se verían obligados a pagar elevadas multas".

Con respecto a la protesta que mantiene la célebre jugadora del Galatasaray Diana Taurasi, Amaya Valdemoro afirmó: "Una sola no tiene fuerza".

Mientras, el resto de jugadoras el resto de jugadoras tampoco se silencian. Este es el caso de Iría Villar Fernández, ex jugadora del Celta de Vigo, quien subraya que "las decisiones las toman los que no juegan" y asegura que "si Taurasi recibe el apoyo del resto de compañeras, seguro que al final se retira el modelo impuesto". Además, coincidiendo con la mayoría de sus ex compañeras, Villar tacha a la nueva equipación de sexista y advierte de que "este no es el camino" con el que atraer la atención del público.

Marta Fernández con la Selección.


Las medidas de Baumann

Pantalones que terminen, como mínimo, diez centímetros por encima de la rodilla y que no superen los dos centímetros de anchura con respecto al muslo, enseñar el hombro, usar camisetas que no sobrepasen el pantalón o, en su defecto, vayan siempre por dentro del mismo, son las medidas que la Federación impone a toda jugadora que desee salir a la cancha con el resto de sus compañeras durante la competición europea.

De nada sirvieron las protestas públicas protagonizadas por la Asociación de Jugadoras de Baloncesto (AJUB), ni la recogida de firmas del Consejo de Mujeres del Municipio de Madrid en contra de la nueva normativa.

Mientras una portavoz del Consejo pedía que se tuviesen en cuenta las opiniones de las propias jugadoras, éstas defendían que con estos trajes se convierten en objetos sexuales en vez de hacer que parezcan profesionales del deporte. "Este tipo de decisiones solo consigue torpedear la progresión de las profesionales y abre debates y propuestas que no inciden en el desarrollo real de la competición, sino en utilizar a las mujeres como objetos atractivos desde el punto de vista de la estética masculina", denunciaron.

La organización madrileña tachó también de "sexistas" las declaraciones del secretario general de la FIBA, Patrick Baumann, quien afirmó que "las jugadoras son grandes atletas, pero también bellas atletas, por lo que no hay motivo para no mostrarlo". El suizo continuó con su defensa de la medida: "No estamos hablando de vestir como en el voley playa, hablamos de mantener la comodidad haciéndola más femenina".

Primer intento con la Selección

Siguiendo el ejemplo de las australianas y brasileñas, cuyos cuerpos ya lucen el polémico 'body reglamentario', la Selección española femenina ya probó sin el esperado éxito el ajustado mono. El reclamo de la FIBA fue una mayor comodidad y movilidad. Pero a pesar de los esfuerzos de la federación por complacer el 'bienestar' de las jugadoras, estas aseguraron que aquel modelo, ni era cómodo, ni daba movilidad, y que, además, el nuevo uniforme no dejaba casi transpirar. Valdemoro aseguró que "muchas de las jugadoras se quedaban frías en el banquillo y sufrían rotura de fibras, ya que el material no era de neopreno, como las australianas". Finalmente, todo quedó en un pequeño experimento que apenas duró un par de meses.

Taurasi se revela, apoyada por las mujeres madrileñas

Ante tales medidas, el gremio femenino alza la voz. Diana Taurasi, considerada como una de las mejores jugadoras de baloncesto del mundo y que actualmente viste la camiseta del Galatasaray, fue la primera en negarse tajantemente a llevar el nuevo modelo deportivo, dejando claro que estas normas no van con ella y parece dispuesta a llegar a las últimas consecuencias.

La célebre jugadora, que siempre ha lucido la holgura en su vestimenta al estilo de la cara masculina de la NBA, deberá enfrentarse a una multa que se duplica tras cada partido y que parte de 500 euros y que podría llegar a 36.000.

Ahora, el Consejo vuelve a poner el grito en el cielo y exige a la FIBA que no imponga uniformes sexistas a las jugadoras. Además, la entidad apoya incondicionalmente el gesto de protesta de Taurasi, "anima al pronunciamiento público de otras jugadoras así como de la Asociación de Jugadoras de Baloncesto, y solicita el inmediato cese del secretario general de la FIBA Europea, Patrick Bauman". La nueva normativa "vulnera el derecho a la propia imagen. La dignidad como mujeres deportistas está por encima de condicionamientos sexistas", concluye el comunicado.

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