sábado, 15 de octubre de 2016

No se trata del tiempo que va a hacer mañana, sino del crowdfunding

Vivimos en un momento en el que la financiación de los medios se revoluciona constantemente. ¿Quién será el periódico digital que mueva ficha primero? Abrir el camino del resto supone una gran responsabilidad. Por eso, destacan diarios como The Correspondent.

El crowdfunding (micromecenazgo) ahora traspasa sectores en los que parecía imposible romper con sus anquilosados modelos de negocio. Es el caso de la prensa. Este diario holandés es la prueba de que la publicidad puede ser sustituida por la financiación de todos sus lectores. De hecho, el 90 por ciento de los ingresos en The Correspondent provienen de sus suscriptores. 

¿El secreto? Formar una comunidad entre periodistas y lectores. Periodismo interactivo, que se dice. Los suscriptores tienen el derecho de recibir un servicio 'público', con temas que se salen de las corrientes diarias y ordinarias de los demás rebaños de diarios. Cubren temas con un impacto diario para los lectores. No se trata del tiempo que va a hacer mañana, sino de cómo va a afectar éste en nuestras vidas. Un paso más que apenas lo cubren unos 20 periodistas más freelancers, quienes publican únicamente alrededor de unos cinco artículos diarios de 2.000 palabras aprox.

Una fórmula que atrae a miles de socios nuevos al mes. En septiembre, su termómetro está en los 47.000 suscriptores de pago. De ellos viven y para ellos informan.

¿Lo mejor de todo esto? Ellos solos se auto-publicitan con el 'post a post' de este blog y muchos otros sitios web, deseosos de andar por la senda marcada. Cuando la alcancen, el diario que vuelva a ser noticia será el que vuelva a encontrar otro camino mejor. Sin más.




¿Cómo repercute esto en las empresas? ¿En la comunicación corporativa? ADAPTACIÓN Y RESILIENCIA. No veo otra salida. Pensaremos en la fórmula mágica, cuyo ingrediente principal no se me ocurre otro que ayudarles a crear contenido verdaderamente de calidad, sin que aparezca siquiera el nombre de nuestra empresa. ¿El fin? Ofrecer un interés real y útil para el lector, no una venta. Porque hay necesidades reales que interesan (que no sabemos) y la solución la tienen muchos productos y servicios.

El crowdfunding en los medios y su repercusión en la comunicación corporativa: carne de cañón en un nuevo post.

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