martes, 20 de marzo de 2012

40 años después, ‘El Padrino’ sigue siendo la gran obra maestra

"Creo en América". Con  esta frase da comienzo la película que este año cumple 40 años de su estreno: ‘El Padrino‘. Gracias al inexperto talento de Francis Ford Coppola y al trabajo de un actor presuntamente acabado como Marlon Brando alumbraron una obra maestra sin paliativos, que descubrió un nuevo sentido de la épica y se convirtió en un clásico instantáneo que no ha perdido ni un ápice de su vigor a sus 40 años.

Automáticamente, la adaptación de la novela de Mario Puzo desbancó a la que durante 33 años fue la reina de la taquilla: ‘Lo que el viento se llevó’. El Padrino, que abrió un nuevo concepto de cine, recaudó más de 245 millones de dólares en todo el mundo. Y si a esto le sumamos el gran trabajo de producción, con Robert Evans a la cabeza del proyecto, esta obra maestra batió todos los récords, ya que se logró rodar en menos de dos meses,  a pesar de la escasa experiencia de un tal director de la Paramount. Aunque lo aceptara a regañadientes, un joven director italoamericano llamado Francis Ford Coppola, que había escrito

lunes, 5 de marzo de 2012

"Bien Pipita, bien"

Higuaín vuelve, para alegría de todos. Insiste hasta que marca, pero sobre todo, da gracias al apoyo constante de compañeros y entrenador, que están para levantarle el ánimo cuando no ve la ocasión. No hay que mirar muy lejos. En Vallecas, Xabi y Marcelo le dedican palabras de aliento. El lateral izquierdo lo hace llamando su atención para que intente por su lado, mientras que el "Pipa, Pipa de puta madre" de Xabi Alonso se repite a la vez que el mediocentro saca pecho por el argetino. 

Mou le da una de cal y una de arena. Desde el banquillo no le quita la mirada a la vez que le presiona con por "la concha de tu madre", "presiona coño","ni un puto balón". La moral de Higuaín se cae por los suelos. En rueda de prensa, da la cara tambien por el argentino: y que nadie le toque.

El Pipita es débil y necesita la dureza de los más fuertes para brillar. Porque no tiene luz propia, porque se viene abajo cuando no atina, es especial. Tiene madera, pero se conforma con ser segundo, circunstancia