El tiempo es oro. Es vida, riqueza y pobreza. Es el valor de la libertad y de la esclavitud. Así es como define el director y guionista Andrew Niccol, un sistema en donde el factor tiempo se convierte en el valor más deseado de la Tierra.
¿Te has parado un segundo a pensar qué harías por un minuto de vida? En In Time, por suerte o por desgracia, el tiempo se compra y se roba, se pide y se suplica, se gasta, se pierde y se derrocha. Es el bien escaso que sustenta el Sistema.
Niccol plantea, en 104 minutos, un mundo en el que cada persona envejece hasta los 25 años. A partir de entonces cada uno debe conseguir cada segundo de su vida. El tiempo se convierte así, en la moneda de cambio por excelencia. Los antebrazos ‘tatuados’ son monederos, cuentas bancarias y relojes biológicos al