sábado, 11 de julio de 2015

Gracias

Si lo tuviéramos que describir en una palabra, ésta sería 'agónica'. La despedida de Iker Casillas se ha hecho realidad. Es oficial. Comunicado del Real Madrid, incluido.

Un 'adiós' que ha tenido un cierto tinte cobarde, mezquino y vergonzoso. Pero no se equivoquen. No por parte de Iker, sino de los que han intentado manchar el nombre del mejor guardameta que ha tenido la casa blanca, en uno de los momentos más duros de su carrera. Aun así no eclipsa la gran labor que ha hecho para, por, con y junto al club de su vida. El que corre por sus venas desde que se calzó unas botas.

El capitán, que tanto ha dado y recibido por este club, se convirtió en uno de los emblemas más importantes que la entidad blanca jamás ha tenido, sino el que más. Ha sido todo para el Madrid y el Madrid todo para él. La Cibeles fue su confidente en las noches de celebración, los palos de su portería en sus guardianes cada cita y el vaho del Bernabéu en su impulso para seguir haciendo historia.

Desde que debutara con el primer equipo el 12 de septiembre de 1999 en San Mamés, Casillas ha ganado 19 títulos: 3 Champions League, 1 Mundial de Clubes, 2 Intercontinentales, 2 Supercopas de Europa, 5 Ligas, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España. Gracias por tantas alegrías.

Lo fue Di Stéfano, Raúl, Puskas, etc. Todos procedentes de otros clubes. Imagínen lo que será Iker. Un niño de Móstoles que creció con la camiseta blanca. Y sino, que el tiempo decida. Dentro de unas décadas, cuando ya no se vista de corto...

‘El Santo’ será siempre la seña de identidad de todos los corazones blancos. Gracias Iker. Te seguiremos esperamos en Concha Espina. 



lunes, 15 de junio de 2015

Cada cuál que decida



El recelo, incertidumbre y el desasosiego de tomar una decisión, sea o no acertada. La duda que le queda al que decide. Si ponemos un ejemplo de ello, ese es Fernando Alonso. El piloto que tiene el título de experto en elegir este u otro camino. A veces, sólo un factor en contra de cientos puede determinarnos a elegir por la opción que cambiará nuestro futuro. ¿Por qué Alonso se cambió a McLaren? ¿Por qué dejó Ferrari, la Scuderia que ahora resulta ser tan competitiva con Vettel? 'Es que no da una', podrían pensar algunos. Otros, se inclinan más por la fortuna o la ausencia de la misma.

Partimos de un campeonato en donde la transparencia absoluta brilla por su ausencia. Como si de una gran familia se tratase, abundan los secretos en cada rincón del gran 'box'. ¿Qué es lo que determinó Alonso para analizar problemas, evaluar opciones y elegir alternativas?


Son diez las escuderías que forman este campeonato y por las que, en principio, el asturiano puede decantarse. Mercedes suministra motor a Williams, Force India y Lotus. Un motor que evidentemente no hará 'daño' a la gran 'madre' de todos ellos, la escudería que pilotan Nico Rosberg y Lewis Hamilton. Con Ferrari, más de lo mismo. Suministra a Sauber y Manor. Red Bull, el gran dominador desde 2010 hasta 2013, usa el mismo motor Renault que Toro Rosso, su segundo. Nos queda McLaren como 'el independiente'. He aquí el 'kit' de la cuestión. ¿Qué escojo?, se preguntó Alonso. Pues bien, teniendo en cuenta que

lunes, 16 de marzo de 2015

"Yo no uso drogas, mis sueños ya son lo suficientemente horribles"

De vuelta a la hostilidad entre arte y ciencia. "Con frecuencia me siento más próximo a los matemáticos que a mis colegas los artistas". Con esta frase, un incomprendido Maurits Cornelius Escher describría la naturaleza de su obra.

'Cinta de de Moebius II'
Tanto tiempo atrás como la 'Cinta de Moebius II' (1963) quiera plasmar, los grabados de Escher tenían que reflejarse tímidamente en Entrelinías.

Ciencias o regularidad geométrica, lo cierto es que el ahora popular artista holandés no era precisamente un experto en matemáticas. Sus conocimientos geométricos puros siempre fueron limitados. Muchas de las conclusiones gráficas y matemáticas a las que llegó tuvo que descubrirlas por sí mismo, a la vez que realizaba sus trabajos. Y así engañaba los sentidos de los más escépticos.

'Manos dibujando'

Como en "Manos dibujando" (1948), en la que Escher quería mostrar los engaños del dibujo. Cada mano pinta la otra, estando ambas además en un papel clavado con chinchetas que a su vez forma parte de la superficie plana que contiene el conjunto de la obra. 

Todo elemento era imprescindible. Las hormigas de la ilustración anterior permiten plasmar la única