"Cuando los dioses quieren destruir a alguien, primero lo vuelven loco". Con esta declaración tan drástica, Moisés Naím comienza describiendo lo que los antiguos griegos llamaban Hybris - la falta de autocontrol. Según ellos, una de las maneras en que los dioses aniquilan a una persona es llenándola de éxitos, poder, prosperidad y fama. El éxito les infunde una confianza en sí mismos tan desmesurada que, inevitablemente, les lleva a cometer errores y, eventualmente, al fracaso.
A continuación explica el origen de la palabra BRICS. Jim O'Neill, del banco Goldman Sachs, acuñó el término, formado por las iniciales de Brasil, Rusia, India, y China. Luego le añadió Sudáfrica, transformándolo en BRICS. Estos son países pobres de enorme tamaño y población cuya influencia económica y política crece a gran velocidad.
Amabos significados coinciden en la reunión del Foro Económico Mundial que congrega anualmente
en Davos a grandes empresarios, jefes de Estado, científicos, periodistas, activistas sociales, artistas, etcétera.
en Davos a grandes empresarios, jefes de Estado, científicos, periodistas, activistas sociales, artistas, etcétera.
En su texto, Naím relaciona los tres conceptos exponiendo varias experiencias que le sirven de ejemplo. Detalles, con los que pronostica los temidos síntomas de la enfermedad griega. Bajo terapias disfrazadas de conversaciones sobre números, poder y relaciones internacionales, Naím expone el pronóstico de la cara oscura del venidero éxito de los BRICS. En mis recientes conversaciones con líderes turcos, brasileños, rusos o chinos en Davos he detectado muchos de los síntomas de aquellos famosos que ya no aparecen por los pasillos de ese foro. ¿Qué estarán tramando los dioses a cargo de poner a los arrogantes en su lugar? ¿Será que está por llegar un crash en los países emergentes?
Leyendo sus líneas, me imagino a un horrible Hybris con patas disfrazado de virus. Se contrae, si no se es precavido, se padece con grandes aspavientos, llega a su máxima plenitud, y muere llevándose consigo hasta el propio ego. ¿Acaso todas la personas somos susceptibles de padecerlo?, o ¿solo lo posee quien no tiene la suficiente frialdad como para mover tanta fortuna? ¿Son los primeros que amasan las vírgenes potencias mundiales, los que abren las puertas al virus? ¿Aquello que se gana con rapidez se valora menos y por eso se arriesga más?
Sin embargo, los Hybris forman parte de la vida, sino hay perdedores no habría ganadores. Pero como mi intención no es meterme en el mundo de la reflexión filosófica, concluyo con una frase de Michel Montaigne, que sirve en la serie Los Kennedy, como prólogo a la víspera de las elecciones estadounidenses de 1960, en las que John F. Kennedy se muestra confiado, ambicioso y aclamado por sus votantes.
"La ambición no es vicio de mediocres"
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